Durante las últimas décadas, el crecimiento poblacional de las ciudades no se ha detenido. Es más, ha crecido. Sin ir muy lejos, el 80% de la población de América Latina y el Caribe vive actualmente en ciudades, de las cuales seis ya cuentan con más de 10 millones de personas viviendo en sus áreas metropolitanas: Buenos Aires, Ciudad de México, Río de Janeiro, Lima, Bogotá. y São Paulo. ¿Qué ha traído esto? Crecimiento acelerado, expansión de la expansión urbana y múltiples desafíos sobre cómo planificamos (y gestionamos) nuestras ciudades.
Pero sobre todo, un desafío sobre cómo nos movemos dentro de ellos.
Lo cierto es que hoy las ciudades latinoamericanas no están siendo planificadas ni pensadas para sus verdaderos protagonistas: los peatones. Y la ciudad de Panamá no es la excepción. Entre 1960 y 1990, Panamá pasó de tener una población predominantemente rural a una urbana, y hoy su capital alberga a casi dos millones de personas en su área metropolitana. Actualmente la congestión vehicular es un problema grave y la costumbre de desplazarse a pie es casi inexistente.
“La Ciudad de Panamá adoptó el modelo de ciudad pensada desde y para el vehículo y, a partir de ahí, se fue volviendo hostil para los peatones. Al estar limitada al norte por la Zona del Canal de Panamá, y al oeste por el propio Canal, no se produjo crecimiento”. de manera céntrica, pero desde un eje hacia el este”, dice José Istaurín, subdirector de la Dirección de Planificación Urbana de la Alcaldía de la Ciudad de Panamá.
La idea es cambiar este paradigma y hacer que la Ciudad de Panamá no sólo sea más habitable, sino también más amigable para el peatón. Así nació el proyecto Panamá Camina, que busca transformar una de las intersecciones más congestionadas y motorizadas de la ciudad en un lugar menos hostil para los peatones, y donde el espacio esté mejor distribuido.
Mapa: ¿Dónde se ubica la intervención?
“Lo que ocurre en el corazón de la ciudad, en los alrededores de la rehabilitada Plaza Cinco de Mayo, es que vehículos privados, transporte público y peatones compiten a diario por el uso de la calle y del espacio, convirtiéndola en una zona de conflicto para la movilidad”, afirma Juan Pablo López Gross, consultor de la División de Vivienda y Desarrollo Urbano del BID.
“La Ciudad de Panamá adoptó el modelo de ciudad pensada desde y para el vehículo y, a partir de ahí, se fue volviendo hostil para los peatones”, dice José Istaurín, dice José Istaurín, subdirector de la Dirección de Planificación Urbana de la Alcaldía de la Ciudad de Panamá. .
¿Qué implica el proyecto?
El proyecto contempla una intervención física del cruce, peatonalizando una parte del mismo donde se promueve el arte y la cultura. Asimismo, la idea es incentivar a los panameños a transitar a pie por el centro, creando una identidad y un espacio de encuentro para los residentes. Hasta mediados de noviembre de 2018, alrededor de 90.000 personas caminaban y unos 60.000 vehículos circulaban diariamente por este sector, en el distrito de Santa Ana. Sin embargo, el 80 por ciento del espacio urbano estaba destinado a vehículos y el resto a peatones.
En fotos: Antes de la intervención
La intervención urbana temporal, que duró un mes, produjo cambios en el comportamiento ciudadano, reorganizó la planificación vial y destinó el 70 por ciento de la intersección para peatones y dejó el 30 por ciento restante para vehículos. La iniciativa se desarrolló en conjunto con el municipio de la ciudad, Ciudad Emergente, la Universidad Nacional de Panamá y la organización Vía Plural.
Este experimento involucró activamente a los ciudadanos en el proceso de reimaginación del espacio urbano. Del 17 de noviembre al 15 de diciembre, el Cinco de Mayo se convirtió en escenario de más de 200 artistas que mostraron la diversidad del talento panameño. Un diálogo multicultural compuesto por arte, literatura y una variedad de expresiones musicales y dancísticas, la intervención mostró las múltiples posibilidades que ofrece este espacio público como lugar de confluencia para la creación y difusión artística, así como para la libre expresión, la inclusión y la comunidad. edificio.
En fotos: Después de la intervención
“Es sorprendente ver cómo un lugar puede cambiar tanto cuando lo diseñas pensando en poner en el centro a las personas en lugar de sólo a los vehículos”, afirma Javier Vergara, director ejecutivo de Ciudad Emergente.
El experimento temporal en Ciudad de Panamá sirvió para demostrar la importancia del ser humano como eje central en el desarrollo de las ciudades, y permitir a las autoridades locales tomar decisiones sobre el futuro del sector en el largo plazo. Los datos recogidos durante las cuatro semanas de intervención demuestran que el acceso a calles más ordenadas, seguras y agradables, aumenta la calidad de vida del ciudadano y la concilia con su entorno.
Otras ciudades de la región que han realizado intervenciones de urbanismo táctico son Santiago de Chile, donde se peatonalizó su icónico Paseo Bandera, en el corazón y distrito cívico de la ciudad. Bogotá, por su parte, institucionalizó ciclovías recreativas; y São Luís en Brasil, igualmente, recuperaron un espacio patrimonial abandonado a través de una intervención sostenida con un fuerte componente de participación ciudadana.
¿Funcionaría en tu ciudad?