Los presidentes de Costa Rica, Rodrigo Chaves, y de Panamá, Laurentino Cortizo, inauguraron hoy el Centro de Control Integrado en Paso Canoas, Costa Rica, que procesará el cruce de mercancías y personas que ingresan al país desde Panamá.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) brindó apoyo técnico y financiero para el diseño y construcción de esta instalación moderna e innovadora, estableciendo el estándar para otros países de América Latina.
Este cruce fronterizo beneficia a transportistas, operadores comerciales y exportadores e importadores de ambos países y otras partes de Centroamérica. También beneficia a las más de 15.000 personas que viven en las provincias a ambos lados de la frontera, a las personas que cruzan de un país a otro por turismo u otras actividades, y a las autoridades de control fronterizo de ambos países.
El gerente del Sector de Integración y Comercio del BID, Fabrizio Opertti, dijo que este tipo de pasos fronterizos “abaratan costos logísticos, uno de los cuellos de botella para el comercio y la integración, y reducen tiempos de espera y costos para los operadores de comercio exterior, todo lo cual hace que Costa Rica, Panamá y Centroamérica “Estados Unidos es más competitivo”.
El gerente general del BID para Centroamérica, Panamá, México, Haití y República Dominicana, Tomás Bermúdez, dijo “estamos entusiasmados de apoyar un proyecto tan estratégico, que mejora la infraestructura y optimiza los procesos y la capacidad de procesamiento del puesto fronterizo, impulsando la productividad”. de ambos países y de Centroamérica en su conjunto”.
La construcción y puesta en marcha de Paso Canoas requirió una inversión de $33 millones, y es el primer cruce fronterizo que se abre bajo el Programa de Integración Fronteriza de Costa Rica, financiado por un préstamo de $100 millones del BID. Del lado panameño, se está ejecutando un programa paralelo para manejar las exportaciones costarricenses y las importaciones panameñas en un solo centro de control.
Paso Canoas consta de un centro de control integrado, con procesos digitalizados y optimizados, y un sistema de doble instalación donde los dos países realizan un control conjunto y simultáneo en un solo punto. Este acuerdo reduce los tiempos promedio de tránsito de carga de horas a minutos, reduce los tiempos de tránsito de pasajeros en un 50%, reduce los costos de transporte y promueve la integración.
El proyecto también es un modelo importante sobre cómo profundizar la integración regional, que es uno de los pilares del nuevo programa “América en el Centro” del BID para impulsar la integración, la resiliencia y el desarrollo social en Centroamérica y la República Dominicana.
La nueva instalación tiene la singularidad de que su labor de control migratorio y fronterizo se ubica a 4,3 kilómetros de la línea fronteriza para respetar el espacio de la ciudad binacional de Paso Canoas. Cuenta con un área techada de 150,700 pies cuadrados donde desarrollan sus tareas autoridades aduaneras, migratorias, agrícolas, sanitarias, policiales, de transporte y de apoyo logístico de ambos países.
La instalación del cruce fronterizo tiene una certificación de sostenibilidad EDGE, lo que significa que utiliza las formas más efectivas de reducir energía, agua y recursos en los materiales de construcción.