La filtración a principios de abril de documentos que detallan cómo las elites globales ocultan su dinero ha puesto de relieve la cuestión del secreto financiero. Los actores del poder en todo el mundo han sido conectados con empresas fantasma creadas por Mossack Fonseca, el bufete de abogados de Panamá que fue víctima de la violación.
Los Papeles de Panamá ya han desplazado al Primer Ministro de Islandia, al Ministro de Industria de España, al director ejecutivo de un banco austriaco e, irónicamente, al jefe de la sucursal de Transparencia Internacional en Chile. Miles de manifestantes también han pedido la dimisión del primer ministro británico, David Cameron. En respuesta a las revelaciones, los llamados a la reforma llegaron rápidamente y las cinco economías más grandes de Europa acordaron tomar medidas enérgicas contra los abusos compartiendo información.
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La filtración plantea un antiguo debate sobre cómo equilibrar la privacidad y la transparencia. Muchos defensores de la privacidad con mentalidad libertaria piensan que el futuro del secreto financiero está en las criptomonedas como Bitcoin y la tecnología blockchain que las respalda. Estas monedas digitales permiten transacciones anónimas y se han asociado profundamente con transacciones financieras ilícitas, como el tráfico de drogas en el mercado de la web oscura Silk Road.
Pero no es tan simple. Los defensores de Blockchain creen que la tecnología detrás de Bitcoin es el futuro de la transparencia, no del secreto.
Los defensores de Blockchain creen que la tecnología detrás de Bitcoin es el futuro de la transparencia, no del secreto.
La innovación crucial de Bitcoin es un libro de contabilidad público distribuido, conocido como “blockchain”, que genera confianza de manera descentralizada. En lugar de depender de una única fuente confiable, como un banco o una cámara de compensación, la cadena de bloques cede a un enjambre descentralizado de máquinas. Estas computadoras verifican las transacciones en el sistema. Esta red crea seguridad a través de la redundancia, basada en los cálculos de consenso de muchas máquinas. Y gracias a la descentralización y la sólida criptografía, los comerciantes deshonestos no pueden volver atrás y alterar los registros históricos de transacciones. Hacerlo requeriría alterar miles de libros de contabilidad distribuidos globalmente. Cada transacción que ha tenido lugar está disponible para que todos la vean, incluso si no se puede rastrear transacciones específicas hasta personas específicas. Como lo expresó sucintamente un escritor, la cadena de bloques es “transparente y a prueba de manipulaciones”.
Este modelo de confianza distribuida ofrece una solución a los numerosos problemas sociales causados por la falta de un mantenimiento de registros abierto, confiable y ágil. En un evento reciente organizado por el Centro de Estudios Internacionales del MIT, el experto en Blockchain Michael Casey señaló que la automatización de la confianza a través de libros de contabilidad públicos agilizará las transacciones comerciales y gubernamentales, destruirá los cuellos de botella de información y mejorará la transparencia y la eficiencia.
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Consideremos, por ejemplo, el ámbito de los títulos de propiedad. Como señala Casey, la falta de un título formal para muchos en los mercados emergentes significa que no pueden garantizar su riqueza. Un libro de contabilidad distribuido e inmutable impulsado por la tecnología blockchain podría desbloquear la riqueza varada por sistemas deficientes de mantenimiento de registros y títulos.
Honduras, donde el 60 por ciento de la tierra es indocumentada, está probando esto y se está implementando otro proyecto en Ghana. El uso de blockchain para crear bases de datos de títulos de propiedad debería ser una bendición económica para las personas en estos países. También fortalecerá sus democracias, ya que estos sistemas tienen salvaguardias incorporadas contra la manipulación de registros y, por tanto, contra la corrupción y la expropiación.
Imagine un sistema en el que los “contratos inteligentes” paguen automáticamente a los fotógrafos o músicos cuando se remezclan sus obras.
Otra área que Casey consideró madura para la innovación es la gestión de derechos digitales. La tecnología Blockchain podría proporcionar una forma elegante para que los artistas obtengan crédito (y pago) por su trabajo. Imagine un sistema en el que los “contratos inteligentes” paguen automáticamente a los fotógrafos o músicos cuando se remezclan sus obras. Al automatizar la confianza en dichos contratos inteligentes, la tecnología blockchain minimizaría el robo de propiedad intelectual y reduciría los honorarios legales.
A pesar de su reputación de anonimato, la tecnología blockchain también podría utilizarse para la identificación. Los gobiernos podrían crear libros de contabilidad públicos para registrar nacimientos y muertes, reduciendo el fraude en la contratación de servicios gubernamentales. Estos sistemas también podrían reforzar la privacidad al garantizar que las agencias solo pudieran acceder a la información necesaria.
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La atención médica es otra área donde blockchain podría brillar. La tecnología ofrece la posibilidad de disponer de registros médicos cifrados que los piratas informáticos tendrán problemas para manipular. Estonia está aplicando actualmente este tipo de sistema. Otras posibles aplicaciones de atención médica incluyen la verificación de medicamentos y las “billeteras de ADN”. Con avances como estos y otros, almacenar información médica en blockchain podría impulsar simultáneamente la innovación en la medicina personalizada y también reducir costos.
La mayor preocupación que tienen los bancos sobre la tecnología blockchain es que es demasiado transparente y no demasiado reservada.
Como señala Casey, la nueva tecnología también podría revolucionar la gestión de la cadena de suministro. En lugar de tener una sola entidad, como Wal-Mart, acumulando información valiosa sobre el flujo de bienes, un libro de contabilidad público permitiría a todos ver qué está, dónde y cuándo. El uso de una cadena de bloques también permitiría a los destinatarios de un bien comprender su origen y garantizar su autenticidad. Incluso puede permitir la validación de origen a destino.
A pesar del potencial de anonimato en las transacciones financieras que ofrece Bitcoin, es probable que su tecnología subyacente, la cadena de bloques, haga del mundo un lugar mucho más transparente, democrático y eficiente. No se nos debe pasar por alto, como señaló Casey, que la mayor preocupación que tienen los bancos acerca de la tecnología es que es demasiado transparente y no demasiado reservada.
Por deprimentes que sean las revelaciones de los Papeles de Panamá, podemos consolarnos con el hecho de que el futuro probablemente pertenezca a la apertura, no al secreto.