La diplomacia científica como término general para la asesoría científica en las relaciones públicas y exteriores en pequeños países en desarrollo: el caso de Panamá

Eusebio
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Introducción

La historia de Panamá ha estado influenciada por la ciencia y la tecnología desde sus inicios. El evento geológico que formó el istmo que unió América del Norte y del Sur, hace más de 3 millones de años, le otorgó su ubicación estratégica y una de las mayores riquezas de biodiversidad del mundo (O'Dea et al., 2016). La construcción del Canal de Panamá fue una de las obras de ingeniería más ambiciosas de su época, pero la mala gestión de las condiciones de salud de los trabajadores jugó un papel clave en el fracaso del proyecto original, liderado por los franceses (Marshall, 1913). Cuando Estados Unidos se hizo cargo del trabajo, inmediatamente después de la independencia de Panamá de Colombia en 1903, el Dr. William Gorgas implementó medidas similares a las tomadas en Cuba luego de la investigación del Dr. Carlos Finley para eliminar los mosquitos de la fiebre amarilla (Mason, 1916; Chaves-Carballo, 2005). Esto permitió culminar con éxito una gran obra de ingeniería, convirtiéndose en uno de los primeros ejemplos de Diplomacia Científica (DS) para la salud global.

A pesar de la compleja relación diplomática entre Estados Unidos y Panamá, ambos países acordaron establecer en Panamá algunos de los mejores institutos en Ecología y Medicina Tropical, como el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) y el Instituto Gorgas Memorial (GMI). Implementado por Estados Unidos pero administrado oficialmente por el gobierno panameño desde 1990, este último se ha convertido en un instituto de referencia internacional para la investigación en salud pública y tropical (Wright, 1970; Adames, 2003). STRI sigue siendo un instituto estadounidense que estudia todos los aspectos de la biodiversidad abundante y sin explotar del país (STRI, 2018).

Muchos de los acontecimientos científicos y tecnológicos históricos más relevantes de Panamá están entrelazados con decisiones políticas y han ocurrido generalmente bajo el liderazgo de otro país, o fueron emprendidos por un grupo interesado de científicos y técnicos y no como una estrategia nacional. No fue hasta finales del siglo XX que Panamá comenzó a desarrollar y fortalecer sistemáticamente su ecosistema científico con la creación de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT) (Romero y Quental, 2013). Actualmente, es la principal institución pública que financia la investigación y la primera en promover la importancia de formar a jóvenes científicos en habilidades comunicativas, relacionales y de liderazgo en SD (Gittens y López-Verges, 2018). La SENACYT también fomenta la interacción entre la comunidad científica y el Ministerio de Relaciones Exteriores, así como el involucramiento de los investigadores en diferentes estrategias y proyectos nacionales.

El desarrollo científico de Panamá en su contexto histórico como puente para la diplomacia científica

El concepto de Panamá como nación está muy ligado a las relaciones diplomáticas y, aunque no se llamó así en su momento, SD. Primero, lograr la construcción de grandes obras de ingeniería, como el Ferrocarril Transístmico o la ruta interoceánica, que ayudaron a la ansiada separación política de Colombia. Y una vez independiente, ganar soberanía en la gobernanza de su territorio sin intervención de Estados Unidos en la Zona del Canal, después de décadas de malestar social por su presencia que provocó la pérdida de vidas panameñas y rompió relaciones diplomáticas. Esto, sin duda, ha marcado cómo Panamá ha construido su desarrollo científico y tecnológico y sus colaboraciones internacionales.

La posición geográfica estratégica del istmo ha permitido la comunicación y el intercambio de personas de todo el mundo. Esto, junto con la gran biodiversidad de Panamá, ha sentado las bases de las instituciones científicas que hoy tiene el país. La presencia de STRI en Panamá ejemplifica esto. Durante la construcción del Canal, ingenieros estadounidenses construyeron una presa en el río Chagres, cerca de la costa caribeña, para crear el lago Gatún y facilitar el paso de los barcos. El lago artificial más grande del mundo, en su momento, permitió el estudio de la biodiversidad de la selva tropical en islas de nueva creación, como Barro Colorado, y atrajo a científicos de todo el mundo (STRI, 2018). STRI es un ejemplo único de instituto de investigación científica de vanguardia con sede en los trópicos. La colaboración entre Panamá y Estados Unidos, que ha durado más de un siglo, ha sido clave. STRI es una institución que aporta al conocimiento global, algo de gran relevancia en estos momentos de crisis por el cambio climático (STRI, 2018).

GMI constituye otro caso histórico relevante. En 1921, el presidente de Panamá, Belisario Porras, lo creó como homenaje al Dr. William C. Gorgas. En 1928, el instituto fue inaugurado en la ciudad de Panamá y fue administrado por Estados Unidos hasta 1990. El GMI se dedica a la investigación sobre medicina tropical. Su foco principal incluye enfermedades parasitarias como malaria, toxoplasmosis, leishmaniasis y enfermedad de Chagas, así como enfermedades producidas por arbovirus, retrovirus, papilomavirus y virus respiratorios, entre otros (Wright, 1970; Sanchez, 1974). Su actividad científica ha producido más de 1139 publicaciones (ICGES, 2021).

Panamá, como República, ha tenido una estrecha, y en ciertos puntos compleja, colaboración diplomática con Estados Unidos y los países vecinos. Esto ha fomentado el intercambio de conocimiento, tecnología y recurso humano capacitado, que han derivado en la base de nuestro DS, establecido como estrategia hace algunos años.

Estrategias para establecer los pilares de la diplomacia científica en Panamá

En 2018, con motivo del Día del Diplomático panameño, el Gobierno, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores (MOFA), lanzó la “Estrategia Nacional de Diplomacia en Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI)”, como instrumento para el XXI Diplomacia del siglo (SENACYT, 2018; SENACYT y MIRE, 2019). Este esfuerzo, liderado por la SENACYT y el MOFA, permitió a Panamá convertirse en el primer país latinoamericano con una estrategia nacional en DS.

Según la entonces vicepresidenta y ministra de Asuntos Exteriores, Isabel de Saint Malo de Alvarado, la combinación de ciencia y diplomacia es responsable de hitos relevantes. Por ejemplo, el acuerdo entre Estados Unidos y la Organización para la Prohibición de Armas Químicas para destruir las antiguas municiones químicas, dejadas en la isla de San José por militares estadounidenses (Pugliese, 2002; AFP, 2019) o la aprobación de nuevas vías de navegación rutas en aguas panameñas para minimizar las colisiones entre barcos y ballenas jorobadas migratorias por parte de la Organización Marítima Internacional (Guzman et al., 2013; Cogley, 2014).

La actual Administración de Gobierno del presidente Laurentino Cortizo, en el cargo desde julio de 2019, ha creado por primera vez un Gabinete Científico que incluye la participación de todos los ministerios relevantes y está bajo la coordinación de la SENACYT. Ha conformado un Comité Técnico-Jurídico, integrado por representantes de las diferentes instituciones públicas y de investigación, que actualmente trabaja en un proyecto de ley para actualizar el marco legal de la SENACYT y del Sistema Nacional de CTI. Uno de los capítulos se relaciona con el concepto de DS como término general para el asesoramiento científico.

El MOFA, junto con la SENACYT, está trabajando en este plan de acción destinado a cerrar la brecha entre actores clave para promover la inversión estratégica en grandes proyectos que beneficien a la población panameña. A saber:

• El establecimiento de un hub farmacéutico en Panamá.

• Iniciativas para la conservación, restauración y uso de una valiosa biodiversidad, amenazada por el cambio climático, para proteger a las comunidades panameñas que enfrentan el aumento del nivel del mar y eventos climáticos más extremos.

• Startups biotecnológicas capaces de implementar una nueva bioeconomía y la necesidad de garantizar la seguridad hídrica y alimentaria de Panamá a través de un sector agroindustrial vigoroso y competitivo.

• Innovaciones biomédicas para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos frente a la creciente incidencia de enfermedades infecciosas y crónicas en la población, agravadas por el envejecimiento.

• Plataformas de investigación para la generación de conocimiento como herramienta para mejorar la calidad de la educación en Panamá.

Discusión

El concepto de DS, casi desconocido hace cinco años tanto por científicos como diplomáticos en Panamá, ha pasado por una amplia discusión interinstitucional e intersectorial durante el establecimiento de la estrategia nacional de DS. Por un lado, este ejercicio reunió a los principales actores del ecosistema científico y tecnológico para definir una visión unificada de las prioridades y fortalezas en CTI para el país, de modo que los diplomáticos panameños pudieran promover mejor los intereses nacionales. Por otro lado, hizo que la comunidad científica fuera visible para los diplomáticos y los responsables de las políticas exteriores, pero también para la mayoría de las instituciones gubernamentales y la sociedad civil que podrían beneficiarse de la generación local de conocimiento. Estas interacciones entre científicos, instituciones públicas y la sociedad civil han ayudado a crear relaciones sólidas y duraderas que están generando oportunidades de asesoramiento científico para políticas públicas basadas en evidencia (CCIAP, 2019; Redaccion, 2020).

En parte debido a su comunidad científica relativamente joven, el concepto de SD se discutió e implementó antes de que el país tuviera un marco legal real de asesoramiento científico para utilizar el conocimiento científico para informar a los tomadores de decisiones. Por esta razón, el término “Diplomacia Científica” se ha convertido en sinónimo de “Asesoramiento Científico”. Por ello, la Comisión Técnico-Jurídica del Gabinete de Ciencia analiza introducir un capítulo en la nueva ley para el Sistema Nacional de CTI que combine ambos términos. Un país pequeño como Panamá tradicionalmente ha importado tecnología e incluso experiencia científica en forma de consultores científicos extranjeros para la formulación de políticas públicas o la toma de decisiones empresariales. El objetivo es que este nuevo marco legal proporcione a los diplomáticos y tomadores de decisiones un mayor acceso a la experiencia científica local.

Al utilizar el poder blando de la ciencia en el asesoramiento político, la creciente comunidad de diplomáticos científicos puede impulsar el desarrollo de Panamá y participar en diferentes temas a escala nacional, regional o global. La implementación del DS en Panamá ofrece un rayo de luz para desterrar la infame expresión “nadie es profeta en su propia tierra” que sufren muchos países de la región. Queda un largo camino por recorrer, pero si Panamá logra seguir el camino marcado por sus estrategias nacionales, demostrará que los países pequeños de ingresos medios pueden ser actores clave en el diseño de una nueva asociación multilateral para el desarrollo sostenible y equitativo.

Contribuciones del autor

Todos los autores, TC, MP-S, SL-V, JP, AV, RG e IT-A participaron en la discusión y redacción del comunicado de opinión. MP-S, SL-V, RG e IT-A participaron en la edición final del texto.

Fondos

Para la publicación de este trabajo se utilizaron fondos del Sistema Nacional de Investigación (SNI) de SENACYT (SL-V, RAG).

Incompatibilidad

Los autores declaran que la investigación se realizó en ausencia de relaciones comerciales o financieras que pudieran interpretarse como un potencial conflicto de intereses.

Expresiones de gratitud

SL-V y RAG son miembros del Sistema Nacional de Investigación (SNI) de SENACYT, Panamá.

Referencias

Adames, AJ (2003). “El Laboratorio Conmemorativo Gorgas: La contribución panameña 1928–1983” en Revista Lotería. (Panamá, Panamá: Lotería Nacional).

Guzmán, HM, Gómez, CG, Guevara, CA y Kleivane, L. (2013). Posibles colisiones de embarcaciones con ballenas jorobadas del hemisferio sur que invernan frente al Pacífico de Panamá. Mar. Mamá. Ciencia. 29 (4), 629–642. doi:10.1111/j.1748-7692.2012.00605.x

Texto completo de CrossRef | Google Académico

Marshall, L. (1913). La historia del Canal de Panamá. Filadelfia: LT Myers.

Mason, CF (1916). Saneamiento en la Zona del Canal de Panamá. Zona del Canal, Panamá: Monte Esperanza.

O'Dea, A., Lessios, HA, Coates, AG, Eytan, RI, Restrepo-Moreno, SA, Cione, AL, et al. (2016). Formación del istmo de Panamá. Ciencia. Adv. 2 (8), e1600883. doi:10.1126/sciadv.1600883

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Romero, LI y Quental, C. (2013). El sistema panameño de investigación en salud: un análisis de línea base para la construcción de una nueva etapa. Res. de Salud. Sistema de políticas. 11 (1), 33. doi:10.1186/1478-4505-11-33

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Sánchez, G. (1974). “El Laboratorio Conmemorativo Gorgas”, en Revista Lotería (Panamá, Panamá: Lotería Nacional).

Wright, WH (1970). Cuarenta años de investigación en medicina tropical: una historia del instituto conmemorativo de medicina tropical y preventiva Gorgas. Washington: El Laboratorio Conmemorativo de Gorgas.



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