Rutas marítimas clave en el Mar Rojo, el Mar Negro y el Canal de Panamá están simultáneamente amenazadas, con implicaciones de gran alcance para la inflación y la seguridad alimentaria y energética.
Los recientes ataques a buques comerciales en el Mar Rojo han afectado gravemente el transporte marítimo a través del Canal de Suez, lo que se suma a los desafíos geopolíticos y climáticos existentes que enfrentan el comercio y las cadenas de suministro globales, dice la UNCTAD en un nuevo informe publicado el 22 de febrero.
La crisis del Mar Rojo agrava las perturbaciones actuales en el Mar Negro debido a la guerra en Ucrania, que han resultado en cambios en las rutas comerciales de petróleo y granos y han alterado los patrones establecidos.
Además, el Canal de Panamá, una arteria crítica que une los océanos Atlántico y Pacífico, enfrenta un desafío aparte. La disminución de los niveles de agua ha generado preocupación sobre la resiliencia a largo plazo de las cadenas de suministro globales, subrayando la fragilidad de la infraestructura comercial mundial.
La UNCTAD estima que los tránsitos por el Canal de Suez disminuyeron un 42% en comparación con su pico. Dado que los principales actores de la industria naviera suspendieron temporalmente los tránsitos de Suez, los tránsitos semanales de buques portacontenedores han caído un 67%, y la capacidad de transporte de contenedores, los tránsitos de buques cisterna y los buques gaseros han experimentado caídas significativas.
Mientras tanto, los tránsitos totales por el Canal de Panamá se desplomaron un 49% en comparación con su pico.
Costosa incertidumbre
La creciente incertidumbre y el rechazo del Canal de Suez para desviarlo alrededor del Cabo de Buena Esperanza tienen repercusiones tanto económicas como ambientales, particularmente para las economías en desarrollo.
Con un crecimiento significativo desde noviembre de 2023, el aumento de las tarifas promedio de flete spot de contenedores registró el aumento semanal más alto jamás registrado: 500 dólares en la última semana de diciembre. Esta tendencia ha continuado.
Las tarifas promedio de envío de contenedores desde Shanghai se duplicaron con creces desde principios de diciembre (+122%), crecieron más del triple hacia Europa (+256%) e incluso por encima del promedio (+162%) hacia la costa oeste de los Estados Unidos, a pesar de no viajar. a través de Suez.
Los barcos evitan los canales de Suez y Panamá y buscan rutas alternativas. Esta combinación se traduce en mayores distancias de viaje de carga, aumento de los costos comerciales y de las primas de seguros.
Además, las emisiones de gases de efecto invernadero también están aumentando al tener que viajar distancias más largas y a mayor velocidad para compensar los desvíos.
El Canal de Panamá es particularmente importante para el comercio exterior de los países de la costa oeste de América del Sur. Aproximadamente el 26% del volumen comercial de Ecuador cruza el canal. La participación ronda el 22% tanto para Chile como para Perú.
El comercio exterior de varios países de África Oriental depende en gran medida del Canal de Suez. Aproximadamente el 31% y el 34% del volumen del comercio exterior de Djibouti y el Sudán, respectivamente, se canaliza a través de la vía fluvial que conecta el Mar Mediterráneo con el Mar Rojo.
Precios al alza
La UNCTAD subraya las implicaciones económicas de largo alcance de las interrupciones prolongadas en el transporte de contenedores, que amenazan las cadenas de suministro globales y potencialmente retrasan las entregas, provocando mayores costos e inflación. Los consumidores sentirán todo el impacto del aumento de las tarifas de flete dentro de un año.
Además, actualmente prácticamente ningún buque que transporte gas natural licuado utiliza el Canal de Suez. Esto está impactando directamente en el suministro y los precios de la energía, especialmente en Europa.
La crisis también podría afectar los precios mundiales de los alimentos, ya que las distancias más largas y las mayores tarifas de transporte podrían traducirse en un aumento de los costos. Las interrupciones en los envíos de cereales plantean riesgos para la seguridad alimentaria mundial, afectando a los consumidores y reduciendo los precios pagados a los productores.
Impacto climático
Durante más de una década, la industria naviera ha reducido las velocidades para reducir los costos de combustible y las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, las interrupciones en rutas comerciales clave como el Mar Rojo y el Canal de Suez, junto con factores que afectan el Canal de Panamá y el Mar Negro, están provocando un aumento de la velocidad de los buques para mantener los horarios, lo que ha provocado un mayor consumo de combustible y emisiones de gases de efecto invernadero.
La UNCTAD estima que estos factores podrían dar lugar a un aumento de hasta un 70% en las emisiones de gases de efecto invernadero en un viaje de ida y vuelta entre Singapur y Rotterdam.
Presión sobre las economías en desarrollo
Los países en desarrollo son particularmente vulnerables a estas perturbaciones y la UNCTAD sigue atenta a la evolución de la situación.
Enfatiza la necesidad urgente de adaptaciones rápidas de la industria naviera y una cooperación internacional sólida para gestionar la rápida remodelación del comercio global. Los desafíos actuales ponen de relieve la exposición del comercio mundial a tensiones geopolíticas y desafíos relacionados con el clima, lo que exige esfuerzos colectivos para encontrar soluciones sostenibles, especialmente en apoyo de los países más vulnerables a estos shocks.