La primera semana de marzo fue estupenda para los océanos del mundo y su conservación. Mientras los estados miembros de las Naciones Unidas alcanzaron un acuerdo y, después de 20 años de conversaciones, firmaron un tratado histórico en alta mar en la sede de la ONU en Nueva York, un número significativo de partes interesadas asociadas se reunieron en la ciudad de Panamá, Panamá, para la octava edición de Our Ocean. Conferencia. Este último reunió a representantes gubernamentales, organizaciones conservacionistas, agencias de cooperación, fundaciones, sector privado, grupos de jóvenes y otros representantes de la sociedad civil de 190 países, enfocados en preservar y promover el uso racional de los mares y ecosistemas asociados.
La Conferencia brindó espacio para un rico intercambio sobre iniciativas innovadoras de conservación, reducción de la contaminación y pesca sostenible. Se cumplieron casi 341 compromisos, incluida la futura designación de nuevas Áreas Marinas Protegidas (AMP) y la movilización de alrededor de 20 mil millones de dólares en financiación.
Si bien en el imaginario colectivo del público estas reuniones están asociadas principalmente con entornos puramente oceánicos o insulares, el principal objetivo de Audubon Americas era centrarse en el papel de esos ecosistemas en el punto crucial de encuentro entre la tierra y el mar: los ecosistemas marino-costeros. Estos incluyen manglares, marismas, estuarios y marismas, que proporcionan hábitats críticos para las aves playeras y todas las especies migratorias y residentes.
En el marco de nuestra Estrategia de Resiliencia Costera, llevamos a cabo un evento paralelo con Conservación Internacional Colombia, mostrando los proyectos del Fondo de Carbono Azul del Reino Unido de nuestras organizaciones: el proyecto Patrimonio Natural Azul de AA en Panamá y el proyecto Vida Manglar de CI en Colombia.
A través de procesos que abarcan investigación científica, participación comunitaria, educación ambiental y compromiso político, los proyectos demuestran la variedad de valores y servicios que brindan los manglares para los medios de vida comunitarios, la conservación de la biodiversidad y la lucha más amplia contra el cambio climático.
Más específicamente, Blue Natural Heritage compartió nuestra experiencia al documentar las reservas de carbono en la Bahía de Panamá y la Bahía de Parita, dos sitios hemisféricos críticos para las aves playeras debido a los millones de aves migratorias -unas 177 especies- que pasan por el Istmo de Panamá, volando hacia el norte. o al sur de América durante su ciclo migratorio de primavera y otoño. Desarrollar estas líneas de base es el primer paso para reconocer el vasto servicio de mitigación del cambio climático de los manglares y el potencial para avanzar en instrumentos en el mercado de carbono. Por el contrario, también se destacaron beneficios de adaptación igualmente importantes que surgen del proyecto, incluida una valoración de los servicios ecosistémicos, un Plan de Conservación de Estándares Abiertos (Bahía Parita), el monitoreo acústico de las aves como indicadores de la salud del ecosistema y otros estudios complementarios que informarán cómo ambos preservar y restaurar manglares en Panamá. Trabajando estrechamente con el Ministerio de Medio Ambiente, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), instituciones académicas y nuestro socio local Sociedad Audubon de Panamá, demostramos cómo un enfoque integral apoya la implementación de Panamá de sus políticas nacionales de cambio climático y biodiversidad y, al mismo tiempo, Al mismo tiempo, fortalece sus compromisos internacionales (es decir, las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional – NDC) y contribuye al avance de los manglares de la Alianza Mundial sobre los Manglares.
Finalmente, aprovechando nuestro trabajo costero, identificamos otras oportunidades para que la Sociedad Nacional Audubon contribuya a la conservación de los océanos. Existe un vínculo claro entre el movimiento de conservación de los océanos y nuestras estrategias, incluidas Conserva Aves y la Iniciativa para la Conservación de las Aves Playeras del Pacífico.
Mientras que el desarrollo de nuevas AMP puede incorporar conocimientos técnicos de nuestros ejercicios en curso de planificación espacial marina y plan de conservación de aves marinas. En resumen, ¡es hora de que aprovechemos las ambiciones y oportunidades de conservación oceánica y las transformemos en acciones en beneficio de las aves y las personas!