Conclusión
Los enfoques tradicionales para el desarrollo de habilidades y la contratación no brindarán a los gobiernos el tipo de capacidades y entornos de trabajo que necesitan para brindar servicios digitales eficientes que revolucionen la experiencia de los ciudadanos. Para aprovechar al máximo la transformación digital, la futura estrategia de la fuerza laboral debe estar estrechamente alineada con la estrategia digital nacional, para determinar qué habilidades se necesitan y cómo adquirirlas.
La fuerza laboral futura será mucho más fluida, con personas trabajando en varios equipos multidisciplinarios en diferentes momentos, a menudo con trabajadores autónomos o especialistas de organizaciones externas. La capacitación convencional será reemplazada por un aprendizaje dinámico y continuo que cubrirá habilidades técnicas y “soft”, con un uso cada vez mayor de cursos y adscripciones virtuales, y academias digitales que ofrecen calificaciones profesionales en importantes áreas de la tecnología. Entre los nuevos enfoques innovadores para acceder a habilidades se incluyen las “plataformas de talento”, las redes sociales y otros centros.
Estos cambios significan que los líderes necesitan nuevas formas de gestionar una fuerza laboral compuesta por una variedad más amplia de personas, cada vez más personal no permanente, incluida la investigación de antecedentes y la incorporación. Y, en la prisa por acceder a habilidades, las organizaciones del sector público no deberían olvidar el enorme potencial de sus trabajadores existentes, de todas las edades, quienes pueden obtener una nueva vida gracias a la mejora de habilidades y la rotación laboral, mientras se concentran en mejorar la experiencia ciudadana.