Panamá, con sus 52 cuencas hidrográficas y su extensa red fluvial, posee un extraordinario patrimonio hidrológico (cuenta con 52 cuencas hidrográficas que aportan una disponibilidad de agua de 119 mil millones de metros cúbicos, lo que se traduce en aproximadamente 29.000 metros cúbicos de agua dulce per cápita disponibles), pero enfrenta importantes desafíos en la gestión del agua. Estos desafíos se ven exacerbados por el crecimiento demográfico, la variabilidad climática y la falta de infraestructura y políticas adecuadas.
Además, la gestión del agua está estrechamente ligada al Canal de Panamá, una vía interoceánica crítica para el comercio mundial y la economía del país que, según su gerente general, Ricaurte Vásquez, enfrenta “un panorama sombrío para que la vía interoceánica siga siendo competitiva ante la crisis hídrica”.
En este sentido, el país necesita enfocarse en la gestión integral de los recursos hídricos, tomando en cuenta aspectos técnicos, socioeconómicos y de servicios públicos, y evitando la influencia de factores políticos. Asimismo, la planificación y construcción de infraestructura hídrica es una tarea pendiente que ha permanecido inconclusa durante décadas. Esta falta de acción ha contribuido a la situación actual.
Los principales desafíos del agua
Entre los principales desafíos que enfrenta la gestión hídrica en Panamá se encuentran los siguientes:
La necesidad de mejorar el acceso a los servicios de agua potable y saneamiento es urgente. Además, existe el desafío de mantener un suministro de agua de calidad para toda la población. Para ello, la conservación y el manejo sostenible de las 52 cuencas hidrográficas del país es vital para la seguridad hídrica y el bienestar ecológico. El cambio climático, manifestado en fenómenos como El Niño, ha provocado períodos de sequía extrema, afectando la disponibilidad de agua para el consumo humano, la agricultura y el funcionamiento del Canal de Panamá. Por ejemplo, el embalse de Gatún, que abastece a más del 50% de la población del país, enfrenta desafíos debido a la falta de lluvias y la intrusión salina. El deterioro institucional y la falta de una cultura de uso responsable del agua entre los ciudadanos. También es crítica la necesidad de actualizar el sistema tarifario. Se necesita una mejora significativa en la infraestructura de agua y saneamiento, así como en la capacidad tecnológica para la gestión eficiente de los recursos hídricos.
El futuro de la gestión del agua en Panamá
La gestión del agua en Panamá se encuentra en un punto crítico que requiere un enfoque colaborativo y multidisciplinario para abordar estos desafíos y asegurar un futuro sostenible en términos de recursos hídricos.
El país cuenta con un Plan de Seguridad Hídrica 2015-2050, una hoja de ruta a implementar para que el agua mejore la calidad de vida de los ciudadanos, apoye el crecimiento socioeconómico inclusivo del país y garantice la protección del medio ambiente. Así, este plan establece metas claras para abordar los desafíos de la gestión del agua en Panamá, como el acceso universal al agua potable, la gestión preventiva de los riesgos hídricos y el mantenimiento de cuencas hidrográficas saludables. Sin embargo, para que este plan sea efectivo, el financiamiento, la asesoría técnica y la gestión eficiente deben ser parte integral de este plan.
Mediante la implementación efectiva del Plan Nacional de Seguridad Hídrica y una mayor cooperación entre los diferentes actores involucrados, Panamá puede superar estos desafíos y asegurar un futuro sostenible para sus recursos hídricos.